El amor se expresa de mil maneras con una sonrisa, con una mirada, con una caricia, con una palabra el amor nace y crece día a día, ¿Alguna vez has visto a una mujer embarazada? ¿Has visto con que ternura le pinta el mundo día a día su hijo aun sin saber si la escucha?, ese es amor un amor desinteresado, un amor eterno, un amor sincero.
Has tenido entre tus manos otra que te ayuda, otra que te comprende, otra que te da fuerzas eso tambien es amor y no necesariamente entre un hombre y una mujer te preguntas ¿Cómo es posible esto? ¿Alguna ves te has sentido pisoteado, destruido, humillado? Y cuando piensas que la vida te a abandonado hay alguien que siempre esta ahí para decirte vamos amiga sal adelante!!
Pero el amor que sientes hacia un hombre es como el pan de la vida aunque después se convierte en el hambre mas atroz, es un sentimiento que te hace renacer, sentir al máximo, sonreír entre lágrimas, te eleva, te ayuda algo extraño pero dime ¿Cómo sabes?, ¿Cómo determinas a que hombre amar? ¿Cual es el secreto?, cual es la señal... no la se, solo se que al verle la vida me cambió.
Se acabaron los miedos, salió de nuevo el sol, supe entonces que en ese momento eras la persona a quien deseaba darle las buenas noches todos los días, alguien especial, anhelaba con todas mis fuerzas decirte te quiero, porque cuando estaba junto a ti, cuando sentía tu calor cerca ya no era lo mismo.
Ahora estaba mas completa, era mas feliz, todo era fácil, todo mi mundo giraba y a cada cambio que daba venia consigo esta pregunta ¿Eso era amor?, este sentimiento que me hacia ver las cosas de otro color que me hacia especial, única, que me hacia mas mujer, que me llevaba de la mano hacia un mundo donde era la mas frágil pero ante ti la mas fuerte, la mas infantil pero ante ti la mas experimentada ¿Eso era amor?
Esto que despertaba en mi la dualidad de mi ser, esto que despertaba a la mujer y a si con todas mis dudas me aferré a mi respuesta “lo que yo sentía por ti era AMOR” ya cuando estuve decidida a decírtelo me di cuenta de que tu me veías igual que yo a ti. Pero el tiempo pasó y las cosas cambiaron.
Yo no despertaba en ti todos esos sentimientos que tu en mi, tu no tenias amor en tus ojos y si lo tenias no era para mi. Y al no ver mas en tu mirada comprendí, que aunque yo te amara tan intensamente, tu me rechazabas de una manera cruel. Todo lo que pensaba decirte, todo lo que me hacías sentir de repente ya no tuvo sentido.
Y ahora este sentimiento me acompañaba y me hacia pensar que en mi camino solo existiría la soledad y que nunca nadie me diría te quiero, sentirme tan sola hacia que pidiera a gritos 1 minuto junto a ti para darte y todo lo que pensaba darte en una vida, para que en un beso te hiciera sentir cuanto te amaba.
Pero no me obsequiaste ese minuto que pedía y mi amiga la soledad volvió conmigo era como una sombra, era esa mirada fría, era esa voz que me repetía “NO TE QUIERE NO ERES PARA EL”. Entonces intenté sobrevivir pero tomé el camino equivocado, porque le reprochaba a la vida el haberte conocido y aun cuando yo quería sonreír esa sonrisa me quemaba por dentro y todo lo que intentaba no me hacia sentir mejor. Creo que aun dentro de mi guardaba la esperanza de que por fin me viera como yo a el, que me dijera te quiero como yo se lo hacia saber.
Pero nunca pasó. Y fue ahí cuando comprendí que no valía la pena sufrir y que la vida era un sin fin de eso. Y que aun me faltaba por vivir.
Entonces, ya convencida de que aunque te amaba tu no serías ya para mi y que todo ese amor que llenaba cada centímetro de mi cuerpo, que salía por cada poro de mi piel, no era que estuviera mal sentirlo. Era simplemente que estaba mal dirigido. También descubrí que en mi soledad me fortalecí. Que ahora me conocía mas a mi misma, que seguía siendo feliz, que la soledad no es una enemiga si no mas bien una compañera que esta ahí, que va contigo cuando ríes, cuando lloras, cuando amas, cuando odias.
Aprendí que aquel que esta solo no es aquel que esta vencido ni el que esta mal si no es aquel que de verdad ha aprendido a estar consigo mismo.
Al pasar por esta etapa de duelo, de aceptación, vino con ella el olvido pero no el olvido general. Solo me dediqué a olvidar todo lo que me dañó, no te olvidé a ti, mi gran amor, ni olvide mi soledad. El olvido trajo consigo paz, tranquilidad… Fue la ola más grande que dio el último alboroto al mar.
Entonces escribí esta nueva página en el libro de mi vida y te agradecí el haberte amado. Agradecí el haberme sentido sola y agradezco a cada momento el haberte olvidado.
Se que pronto volveré a amar, pero tambien se que algún día aunque este lejano alguien me amará.
ATTE: un corazón mas en la busqueda del amor